Ni acepto pecado ni culpa de vivir No hay ánimas ni ángeles a quien rogar Solo mi egoísmo me puede proteger Pues, ni madre que me venga a salvar Sí… nací inocente Y no hay nada que confesar…
...Aquí estoy, ya viejo; hombre que sabe que la muerte es total, inevitable e irreversible; que acepta su ego 'tal y como es;' que tambien, ha recobrado la confianza en que el placer lo es todo, y que negarse a si mismo provoca la catástrofe, personal, mas grande de nuestra propia vida. ... ... ... Desde el principio la naturaleza me ha provisto de lo necesario, e incluso, desde que nací, periódicamente me enchufaron un pezón para satisfacerme los placeres mas primordiales, y hasta hoy nada ha cambiado.